En el contexto científico de hoy se quiere hacer creer que quien piense o crea, que el hombre tiene una naturaleza espiritual, no es más que un iluso. La revista científica más importante de la ciencia, “Nature”, ha realizado una encuesta sobre aquello que creen los científicos, que son quienes reciben los grandes reconocimientos de la ciencia, y un 72% de ellos dicen que el hombre no tiene naturaleza espiritual.
Jacques Monod, uno de los fundadores de la biología molecular, y descubridor del mecanismo de regulación de la expresión genética, ganador del Nobel de medicina de 1965, en uno de sus libros, “Azar y necesidad” divulga los avances y teorías de la moderna biología molecular, libro convertido en todo un best seller, en el expone la hipótesis sobre el origen de la vida en la Tierra. Para Monod, la vida no es más que, cuestión del puro azar: la consecuencia de una convergencia de elementos químicos y condiciones propicias (la sopa primigenia), tan improbable que se podía asegurar que solo habría ocurrido en la Tierra. Pero una vez formados los primeros aminoácidos, la evolución de la vida es producto de organismos cada vez más complejos como una consecuencia inevitable, la vida.
Hacking no hace pocos años presentó un libro donde describe que a quien le debemos todo es a la ley de la gravedad, lo que implica que Dios no es necesario en la creación del mundo.
Demócrito solía enseñar que todo cuanto existe es fruto del azar y la necesidad, en tanto que Jonás Salle afirma, que nada sucede por casualidad, es cuestión de acumulación de información y experiencia; RC Sproul enseña a sus alumnos que, nada podría ser más irracional que la idea de que algo provenga de la nada.
Quienes somos creyentes, desde la perspectiva bíblica aceptamos un Dios, que creo el cielo y la tierra. Dios crea al hombre a su imagen y semejanza y aquí no se habla de la parte biológica, sino de la dimensión espiritual.
En la Escritura el tiempo no depende de una rueda anónima o de un destino fatal, del azar o la casualidad; como lo suele presentar el hinduismo con su “sámsara” o el antiguo paganismo griego con su “moira”, los tiempos y el universo vienen de Dios, Él Señor de la historia.
Padre Pacho