- Sábado 21 noviembre/2020. DÍA DE REFLEXIÓN SOBRE MUERTE
La muerte no existe, es sólo una palabra a la que le han inoculado miedo; por lo tanto, no es el temido final de la vida. La mayoría de seres humanos, en uso de razón, conocemos la vacuna para derrotar el miedo: “VIDA ETERNA”. Requerimos abrir los ojos del alma para mirar el camino ofrecido por Dios. RUBÉN DARÍO FRANCO NARVÁEZ.
Sonría, sonría, sonría… con amor y alegría. Sonría… de noche y de día y sonría –una y otra vez- confiando en la vida eterna
“LA MUERTE
LUGAR DE PRESENTACIÓN: Templo Nuestra Señora de Fátima -Avenida 30 de Agosto No.48-93 Pereira-Risaralda-Colombia-Suramérica.
Número de espectadores: Aforo total (100 asistentes, cumpliendo con las medidas de seguridad, con autorización del Párroco Padre Gustavo Valencia Franco)
FECHA: Sábado 21 de noviembre/2020. Hora: 11.21 de la noche.
TÍTULO: “LA MUERTE
La muerte no existe, es sólo una palabra a la que le han inoculado miedo; por lo tanto, no es el temido final de la vida. La mayoría de seres humanos, en uso de razón, conocemos la vacuna para derrotar el miedo: “VIDA ETERNA”. Requerimos abrir los ojos del alma para mirar el camino ofrecido por Dios. RUBÉN DARÍO FRANCO NARVÁEZ..
NECESIDADES ESCÉNICAS: Dos tronos, color blanco. Dos micrófonos aéreos. Altavoces de buena calidad. Un frasco de gel desinfectante al lado de cada protagonista. Un telón blanco, con un piola que al jalarla permite abrir o cerrarlo.
Al frente: 100 invitados, cumpliendo con todas normas de bioseguridad.
TEXTO:
La muerte no existe, es sólo una palabra a la que le han inoculado miedo; por lo tanto, no es el temido final de la vida. La mayoría de seres humanos, en uso de razón, conocemos la vacuna para derrotar el miedo: “VIDA ETERNA”. Requerimos abrir los ojos del alma para mirar el camino ofrecido por Dios.
“Todo pasa, todo cambia, todo se transforma”. Nada de lo existente desaparece; algunas cosas y personas -inesperadamente- se hacen invisibles o simplemente cambian de lugar después de cumplir una transformación.
“Ni el sol ni la muerte pueden mirarse fijamente”, así lo dijo el filósofo francés Francisco de La Rochefoucauld, después de clavar su mirada en el centro del sol e iluminar su paso a la vida eterna, venciendo el miedo a la palabra de seis letras: MUERTE.
ACTO I
RUDAFRA hala la piola y se abre el telón.
ESCENA I
Dos tronos, color blanco. Dos micrófonos aéreos. Altavoces de buena calidad. Un frasco de gel desinfectante al lado de cada protagonista. Un telón blanco, con un piola que al jalarla permite abrir o cerrarlo.
Al frente: 100 invitados, cumpliendo con todas normas de bioseguridad.
Protagonistas ocupando sus tronos: RUDAFRA A LA DERECHA, RUBÉN DARÍO FRANCO NARVÁEZ A LA IZQUIERDA.
RUDAFRA: Vestido blanco. Mocasines blancos. Corona blanca. Dos metros de estatura. Rostro sonriente. (Le toca el hombro a su compañero para que lo mire y pregunta) -¿Qué es la muerte?
-RUBÉN DARÍO FRANCO NARVÁEZ: Vestido blanco. Mocasines blancos. Corona blanca. Dos metros de estatura. Rostro sonriente. (Mira a Jesús en la Cruz, luego se dirige a los asistentes) -La muerte no existe, es sólo una palabra a la que le han inoculado miedo; por lo tanto, no es el temido final de la vida. La mayoría de seres humanos, en uso de razón, conocemos la vacuna para derrotar el miedo: “VIDA ETERNA”. Requerimos abrir los ojos del alma para mirar el camino ofrecido por Dios.
Se levanta del trono. Se reacomoda la corona. Hala la piola y se cierra el telón.
FIN DEL ACTO I
ACTO II
RUBEN DARÍO FRANCO NARVÁEZ tira la piola y se abre el telón.
ESCENA I
Protagonistas ocupando sus tronos: RUDAFRA A LA DERECHA, RUBÉN DARÍO FRANCO NARVÁEZ A LA IZQUIERDA.
RUDAFRA: Pregunta: ¿Será verdad que nada desaparece?
RUBÉN DARÍO FRANCO –Responde: “Todo pasa, todo cambia, todo se transforma”. Nada de lo existente desaparece; algunas cosas y personas -inesperadamente- se hacen invisibles o simplemente cambian de lugar después de cumplir una transformación.
Jala la piola y se cierra el telón.
FIN DEL ACTO II
ACTO III
RUBEN DARÍO FRANCO NARVÁEZ hala la piola y se abre el telón.
ESCENA I
Protagonistas ocupando sus tronos: RUDAFRA A LA DERECHA, RUBÉN DARÍO FRANCO NARVÁEZ A LA IZQUIERDA.
RUDAFRA: Pregunta: ¿Cómo es eso de que el sol no se puede mirar de frente?
RUBÉN DARÍO FRANCO –Responde: “Ni el sol ni la muerte pueden mirarse fijamente”, así lo dijo el filósofo francés Francisco de La Rochefoucauld, después de clavar su mirada en el centro del sol e iluminar su paso a la vida eterna, venciendo el miedo a la palabra de seis letras: MUERTE.
Tira la piola y se cierra el telón.
FIN DE LA OBRA 21