? Y ahora què la pasa a Neimar

En los grandes clubes de las grandes Ligas cualquier detalle se puede transformar en un rumor, el rumor en problema y el problema en fin de ciclo. La lógica de este tiempo es muy visible: cuanto más famoso es el nombre más fuerte es el impacto y más rincones del mundo recorre. El 2018 aún no finalizó su primer mes y los escenarios de posibles salidas de supercracks sucedieron a cada paso.

Primero fue la cláusula de salida -como futbolista libre- de Lionel Messi con el Barcelona en caso de que el equipo deje de participar en una de las grandes Ligas -del top 5- a consecuencia de la consolidación de la independencia de Cataluña. Una inquietud que sigue latiendo.

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Luego llegó el desencuentro entre Cristiano Ronaldo y Florentino Pérez en el Real Madrid. El crack portugués quiere ser el futbolista mejor pago del mundo. El presidente de la Casa Blanca se guía por encuestas y no está dispuesto a aumentarle el salario. Ya le buscan destino.

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Ahora, otra vez, es el turno de Neymar. La pregunta es inevitable: ¿y ahora qué le pasa?

Llegó al París Saint Germain a cambio de 222 millones de euros. La transferencia más cara de todos los tiempos. A esta altura, cinco meses después de abandonar su plácida vida de futbolista al lado de Messi y de Luis Suárez, cuentan en la capital francesa que está arrepentido de su decisión. Y que no se siente a gusto.

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El diario L’Equipe, desde el lugar de los hechos, señala que Neymar considera a la Ligue 1 «un campeonato demasiado defensivo y físico, frente al español, que es más abierto». El rigor lo incomoda. Así -sostienen- les comentó a sus amigos en su reciente viaje a Brasil.

Hay otro detalle que le molestó a Neymar: los silbidos de algunos hinchas el último domingo. Sucedió que en la goleada 5-0 frente al Dijón el brasileño no le cedió la ejecución de un penal a Edinson Cavani, preferido de los parisinos. Otra disputa por el mismo tema. Otro problema de egos. Un nuevo capítulo de Halcones y Palomas en el vestuario del mejor equipo francés.

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En términos de números la temporada de Ney es valiosa. Convirtió 24 goles en 23 partidos, el equipo lidera con comodidad la Ligue 1 y sigue en camino en las dos Copas locales (la Copa de Francia y la Copa de la Liga). Y ya ganó el Trofeo de Campeones, al principio de la campaña. Pero a Neymar lo trajeron para otra cosa: el objetivo es la Champions League. La serie de octavos de final frente al Real Madrid (el 14/2 la ida en el Santiago Bernabéu; el 6/3 la vuelta en el Parque de los Príncipes) asoma como un punto de inflexión en todo sentido. Para bien o para mal.

Nasser al-Khelaïfi -presidente del PSG, a través de la Qatar Sports Investment- quiere contar con Neymar. Sí o sí. Por eso está cerca de su clan. Y procura que su paso por el club le resulte ameno al crack. No es gentileza. Se trata de una cuestión de billetes. Y de búsqueda de protagonismo, ese que el brasileño garantiza incluso cuando pone cara de enojado.

El entrenador Unai Emery -este miércoles, tras el 4-2 ante el Guingamp, por la Copa de Francia- dijo que la clave es rodearlo de cariño a Neymar. «Darle amor», dijo. Fue un mensaje para los hinchas. ¿Y para el vestuario?

La posible salida de Neymar también genera inquietud en las autoridades de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) de Francia. El motivo también es económico: la venta de los derechos de retransmisión para el período 2020-2024. Saldrán a la venta a mediados de 2019. La presencia o no del crack irascible cambia la ecuación. Lo acreditan los números: en la primera ronda de la Ligue 1 la audiencia de Canal + subió casi un 40% con respecto al año anterior. Florentino Pérez que conoce del negocio como pocos ya tomó nota. ¿Intentará un enroque con Cristiano?Y