Voy a responder ante la JEP por lo que consideran que hice mal Timochenko

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Rodrigo Londoño Echeverri, Timochenko, aseguró que no se arrepiente de lo que hizo, sin embargo, pidió perdón por los errores cometidos por su organización.

“Voy a responder ante la JEP por lo que consideran que hice mal”: Timochenko

Rodrigo Londoño Echeverri, conocido como Timochenko, aseguró que responderá ante la Justicia Especial para la Paz, JEP, por todos los crímenes que esta entidad pueda demostrarle.

Las declaraciones se dieron durante la visita al Quindío realizada por el candidato a la presidencia por el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, Farc, la cual incluyó La Tebaida, su municipio natal, donde se encontró con familiares y amigos de la infancia.

¿Responderá por las acciones que se cometieron durante su comandancia de las Farc?

Acabo de firmar mi compromiso de responder ante la Justicia Especial para la Paz, JEP, que es un instrumento creado en conjunto en la mesa de negociación. Eso no lo impuso ninguna de las partes, fue concertado. Es un instrumento que felicitaron en todo el mundo por la capacidad de adaptarse a las condiciones de Colombia. Todos nos vamos a presentar y que nos juzguen sobre lo que se considera que hemos hecho mal. No se trata de gritar que soy un asesino, sino decirme que cometí tales crímenes y si hay las pruebas, y eso es cierto, estamos en la disposición de reconocerlo y de asumir las penas que se vengan. Además, está la discusión de que responder ante la JEP no nos quita los derechos políticos. Todos los de las Farc tenemos ese compromiso y vamos a estar ahí, porque queremos que se sepa la verdad. Hay un instrumento que es fruto de los acuerdos de La Habana, que es la comisión histórica, que la componen 12 personalidades muy conocedoras de la historia del país, seis designados por el gobierno y seis por las Farc, que crearon un documento que está para el estudio de todos. Ahí está la historia del conflicto desde varias visiones, porque a veces no es muy bueno dedicarse a la historia oficial, hay que escuchar las otras versiones. Ese documento le da, a quién lo estudie, una visión de ambos lados.

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¿Considera que es importante pedirle perdón a la sociedad?

A mí no me pueden pedir que me arrepienta de lo que yo hice, porque lo hice a consciencia y no estoy arrepentido. Pero estamos dispuestos a pedir perdón por las cosas mal hechas. Yo lo he hecho, he hablado de manera individual con personas que sufrieron atropellos por parte nuestra y yo no tengo ningún problema, ni se me pone roja la cara, por pedir perdón, y lo hago a nombre de toda la organización. Nosotros teníamos unos criterios, lo que pasa es que todo hecho hay que analizarlo en su contexto, la guerra es una actividad muy compleja donde a veces afloran ciertos sentimientos.

¿Se reunió en Quindío con alguna víctima?

No tuve la oportunidad. Pienso que fue un escenario que faltó haber creado en esta región, donde yo me hubiera podido encontrar con la gente que se considera víctima y haber conversado con ellos. Yo me he encontrado con víctimas en todo el país y no tengo ningún problema. Nosotros cuando eramos Farc estábamos en un plan militar en función de tomarnos el poder por las armas, y en la actividad militar pasan muchas cosas. Claro que hubo algunas que no debieron de haber sucedido y hay que reconocerlas.

¿Cómo se sintió en el recorrido por el Quindío?

Yo creo que acertamos en la decisión de empezar por acá. De todas maneras esto es una tarea de mucha responsabilidad, requiere de un esfuerzo muy grande y se necesita una fuerza interior para aguantar todo este trajín. El venir por acá creo que me ha dado esa fuerza interna que necesitaba. Pero me quedó la certeza que hemos tomado el camino adecuado.

¿La reacción que tuvo la gente de Armenia lo lleva a replantear la metodología de contacto con el público y de caminar por las calles? 

Lo que ha sucedido me reafirma que ese es el camino correcto. Varios compañeros me dijeron que no hiciera eso, que fuera a los barrios populares donde me apoyan para no encontrarme con ese rechazo. Yo pienso que hay que ir donde nos apoyan, pero también donde no lo hacen, porque en la sociedad colombiana se ha generado una intolerancia y un odio profundo entre nosotros mismos, entonces eso es lo que tenemos que romper. El objetivo fundamental del proceso de paz es generar en la sociedad colombiana la tolerancia y el respeto, como lo mantenemos.

Yo no puedo señalar personas en concreto, pero eso que pasó es fruto de ese estado que se ha generado artificialmente. A mí me dijeron, antes de salir por las calles de Armenia, que tras unas labores de inteligencia, se sabía que en ciertos sectores estaban contratando gente para que fuera a generar esa situación de bochorno. Yo no le di mucha importancia a eso y decidí salir con la frente en alto y el pecho descubierto, le puse la cara a la gente, porque en eso es que estamos. La verdad es que desafortunadamente hay personas que por las mismas condiciones sociales y económicas se prestan para hacer ese tipo de cosas. Los abucheos, los gritos y los insultos no tenían mucha capacidad mental, solamente gritaban dos palabras que eran las únicas que eran capaces de emitir, pero no pasaba de ahí. Tengo que decir que vi ciudadanos que en la cara se les veía con sinceridad el rechazo, y quisiera poder generar el escenario para hablar con ellos, escuchar su dolor y sus inquietudes y expresarle el dolor nuestro y nuestra visión, además de nuestra propuesta. Creo que si hay fuerzas detrás de eso, pues es una muestra de la necesidad de cambiar a Colombia. Ningún grupo político puede partir de presentar un proyecto a partir de la intolerancia y el irrespeto sea donde sea. Aprovecho la oportunidad para hacerle un llamado que, ante situaciones de esas con otros políticos, no vayan a repetir el mismo escenario. Debemos ser tolerantes y respetuosos.  Lo que afectaron fueron los intereses del Estado. Los carros no tenían nada que ver, el edificio cómo lo dejaron.

¿Qué opinión tiene sobre las encuestas de intención de voto?

Las encuestas sí juegan un papel importante, porque demuestran la opinión de la gente. Una tendencia del ser humano es apostarle al que cree que va a ganar, por lo que estas encuestas son una forma a veces de manipulación política, pero es un instrumento que hay que tener en cuenta, de todas maneras hay que analizar cómo la hicieron y quiénes la hicieron y de ahí uno saca sus propias conclusiones. No creo que sea determinante, la mejor encuesta es la que tenemos día a día.

¿Qué pueden esperar los colombianos de Rodrigo Londoño como candidato a la presidencia?

Precisamente uno de los objetivos de esta gira es mostrarle a los colombianos que no tienen que tener ningún miedo, todo lo contrario, estoy con la autoridad y la capacidad de representar las gentes del común y de transformar la sociedad colombiana, de insertar las columnas que van a construir ese edificio que llamamos paz, que ya sentamos las bases en La Habana y ahora tenemos que construir las columnas y yo me presento como prenda de garantía de un gobierno de transición que va a levantarlas de manera sólida para construir un edificio que no lo vaya a derrumbar nada. Acabemos con esa dinámica de violencia que se ha impuesto a lo largo de la historia de Colombia.

¿Qué falta en la implementación de los acuerdos?

Faltan muchas cosas, sin embargo, hay una que se está dando, que es la posibilidad de participar en política, que tenemos que reconocer. Una de mis banderas principales para llegar a la presidencia es la prenda de garantía del cumplimiento de los acuerdos. Todavía falta el tema de tierras, de los proyectos productivos para los combatientes y el tema de la apertura política, que la embolataron en el Congreso. Necesitamos llevar al Congreso una bancada nuestra que sea la prenda de garantía de que se va a implementar la reforma política, nosotros necesitamos un Estado moderno, que tenga definidas claramente las normas electorales, donde haya verdaderamente democracia, donde tenga participación la gente del común. Lo de las circunscripciones especiales todavía se está peleando y ojalá lo logremos y si no, más adelante tenemos que seguir dando la pelea para que todos esos rincones de Colombia, que han estado en el olvido y sumidos en el conflicto, tengan la oportunidad de participar y de ayudar a tomar decisiones.

¿Ha pensado en alguna coalición para su carrera política?

La naturaleza del proyecto político que estoy presentando en el país es de un gobierno de transición y su naturaleza es de convergencia. Yo le estoy diciendo a todos los sectores que se quieran comprometer en la construcción de esas columnas sólidas para el edificio de la paz, que acá están las puertas abiertas, y el mejor ejemplo es la fórmula vicepresidencial, la compañera Imelda Daza, que no viene de las Farc, viene de otro sector político, de la Unión Patriótica. Esperamos conformar un gobierno con todos los sectores que quieran aportar, pero hay dos condiciones: sin intereses electorales y económicos. Vamos a llevar un gobierno de transparencia y de servicio a la comunidad, por eso nuestra consigna es cambiar la forma de hacer política. Nosotros en la selva lo dábamos todo, incluso exponíamos nuestra vida sin recibir nada a cambio. A nosotros nos resolvían las necesidades básicas, alimentación y ropa, entre otras, pero nadie tenía un sueldo, porque era vocación de servicio. Hay que convertir la política en vocación de servicio, no como está ahora, para enriquecimiento personal o de sus grupos de amigos. Es la transformación que queremos y lo vamos a garantizar. Tenemos la autoridad moral para hacerlo. Lo haremos con todos los que estén dispuestos a construir una Colombia en paz.

¿Qué opina sobre la suspensión de los diálogos entre el gobierno y el Eln?

Es fatal. Yo creo que eso tiene que reactivarse. La experiencia nuestra lo demuestra. Nosotros también tuvimos dificultades, que incluso tuvieron el proceso a punto de terminarse, y sin embargo, hicimos el esfuerzo y hay que reconocer también el del gobierno. El apoyo de la comunidad internacional fue muy importante, donde Cuba y Noruega jugaron un papel fundamental. Superamos esos obstáculos y seguimos adelante. El problema no es garante en el proceso, es de decisión política de ambas partes. Colombia se merece cualquier esfuerzo. Yo vengo reiterando que todos los sectores consideran que deben cambiarse cosas en el país, pero el tema es ¿por qué camino? Nosotros trabajamos, en su momento, en la función de destruir el Estado para construir uno nuevo y ahora cambiamos, no el sueño ni el proyecto, cambiamos el camino. Ahora queremos llegar al Estado, no para destruirlo, para transformarlo en conjunto con todos los colombianos y la participación, ojalá, de la gran mayoría de la ciudadanía.

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Deben tomar la decisión política y pasar por encima de los obstáculos y pongan de presente que lo fundamental es Colombia en paz y con justicia social.

¿Cree que es prematuro lanzarse a la candidatura a la presidencia?

Nosotros estamos haciendo todo esto en el marco de unos acuerdos. Yo en algún momento dije que no iba a ser candidato presidencial, y lo dije convencido, lo creía en ese momento, pero es que las coyunturas políticas cambian. Yo le hago una propuesta al país y a la clase política para que trabajemos por un gobierno de transición. Tenemos que votar por un candidato que no genere resistencia en un lado ni en el otro y que sea prenda de garantía del cumplimiento de los acuerdos, pero esa iniciativa la rechazaron, estigmatizaron y ridiculizaron. Frente a la dinámica política que se está presentando, cuando hay una derecha que, a punta de mentiras, está intentando crear un ambiente contrario al espíritu y a los acuerdos, decidí lanzarme.

Emotivo encuentro con familiares y amigos de infancia

El acto liderado por ‘Timo’ en La Tebaida estuvo lleno de abrazos, besos y ovaciones, todo lo contrario a lo que se vivió en Armenia el viernes pasado.

El exjefe guerrillero recordó que hace más o menos 40 años no visitaba su pueblo natal y que, por tanto, tenía familiares a los que no veía desde entonces. También narró la emotiva visita que realizó a la casa de sus padres, donde nació.

“En cifra global, hace más o menos 40 años no veía a mi familia de La Tebaida, pero me encontré con una prima que me dijo que hacía 50 años no me veía. Yo hice un recorrido por aquí cuatro años después de haberme ido para la guerrilla. Tuve la oportunidad de salir y un compañero que vendía zapatos iba a viajar por acá, entonces yo le dije que me llevara y pasé por el municipio, donde alcancé a saludar a algunas personas. El reencuentro fue muy emotivo, las personas se acordaban de más detalles que yo.

Mí casa natal está arrendada, por lo que primero pedí permiso a la señora que se encuentra allí para que me dejara entrar. Ella accedió, una persona muy noble. La casa ya es otra, porque el terremoto la tumbó y la tuvieron que reconstruir, entonces hay muchas cosas que son nuevas para mí, que no me recordaron mi niñez, pero cuando llegué al patio, el lavadero y el tanque del agua eran los mismos en el que mi mamá me enseñó a lavar los calzoncillos.

Eso impacta mucho y como dentro de la casa fue que asesinaron a mi hermano en 1993, siempre fue muy duro cuando me contaron que un hijo que él tenía, de 5 años, fue quien lo cogió y murió en sus brazos. Fue un día lleno de emociones, recordar a mi vieja y a mi viejo. 

De esa visita salí para el acto que tenía en La Tebaida y estaba temeroso de no poder hablar, siempre uno es un ser humano y las emociones se ponen a flor de piel, sin embargo, la efusividad de la gente y el cariño que me expresaron me reanimó mucho. Fue muy bonito todo lo que pasó, eso retribuye todos los esfuerzos que estamos haciendo en función de hacer un proyecto, un sueño de vida que lo convertí en mi proyecto de vida desde cuando tenía 17 años, o hasta menos, porque yo era militante de la juventud comunista desde los 13 años. Desde esa época comencé a tener mis ideas y esa concepción del mundo y a entender que uno como ser humano debe dedicarse de cuerpo entero a luchar por la felicidad de los demás”.

TOMADO DE LA CRÒNICA DEL QUINDIO.