Teletrabajadores, “en gran peligro” de que se borre frontera entre trabajo y vida privada
La advertencia la hizo la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que también recomendó que es muy importante «introducir un ‘derecho a desconectarse’”.
¿Dónde finaliza el trabajo y comienza la vida privada? La pandemia del coronavirus y sus legiones de trabajadores a domicilio han diluido todavía más la línea que los divide y esto merece más atención, advirtió este miércoles la OIT, una agencia de la ONU.
El trabajo desde el hogar o teletrabajo es algo que va a perdurar, por lo cual los empleados necesitarán una mayor protección y mejor conocimiento de derechos y riesgos asociados a esta nueva forma de vida, subraya en un informe la OIT.
La OIT calcula que, en 2019, o sea, antes de la pandemia que comenzó en China y se extendió por todo el mundo, unos 260 millones de personas trabajaban desde sus casas, lo que equivale al 7,9 % del número total de trabajadores.TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
La COVID-19 hizo aumentar esta tasa hasta alrededor del 20 % en los primeros meses de la pandemia, estima la agencia.
También distingue tres categorías de trabajadores a domicilio:
Los que teletrabajan de manera permanente.
Los asalariados que producen bienes cuya fabricación no puede ser automatizada, como el bordado, la producción artesanal o el montaje electrónico.
Los empleados de plataformas digitales (tratamiento de declaraciones de siniestros, trabajos de revisión de documentos e inclusive la compilación de datos destinados a alimentar los sistemas de inteligencia artificial, por ejemplo).
En los países con bajos y medianos ingresos, la mayoría de los trabajadores a domicilio son considerados autónomos, en tanto que, en los países ricos, son mayoritariamente empleados. La mayor parte son mujeres (147 millones, contra 113 millones de hombres en 2019).
“La reglamentación en materia de trabajo a domicilio se revela a menudo insuficiente y el respeto de la actual normativa en vigor continúa siendo un verdadero desafío“, indica la OIT, sobre todo por ese estatuto de independientes que “los excluye del entorno de aplicación del derecho laboral”.