Solángel López Ríos, una graduanda diferente

En medio de los centenares de graduandos de la Universidad Tecnológica de Pereira, en la ceremonia de ayer en el centro de convenciones Expofuturo, hubo alguien en particular que llamó mi atención.

No por sus altas calificaciones ni por haber obtenido una tesis laureada, aunque no le faltaron méritos académicos. Pero sí por su perseverancia y enrome confianza en sí misma, que la convierte en ejemplo para las nuevas generaciones. Se trata de la tecnóloga en Administración del Turismo Sostenible Solángel López Ríos.

Ella, a sus cincuenta y un años de edad, madre de Juan David Prieto, un joven de 24 años, funcionaria del departamento de Servicios Institucionales de la Universidad Tecnológica de Pereira y casada con el periodista Luis Fernando Cardona Gutiérrez, prefirió sacrificar el merecido descanso nocturno durante seis semestres a cambio de alcanzar lo que muchos jóvenes ni siquiera se atreven a intentar.

Y lo hizo, en jornadas que comenzaban a las 5 de la mañana, preparando el desayuno y el almuerzo de su esposo e hijo, desplazándose hora y media desde su casa en Dosquebradas hasta su oficina en la Universidad Tecnológica de Pereira y cambiando su rol a las 6 de la tarde para convertirse en disciplinada estudiante de la Facultad de Ciencias Ambientales, hasta regresar nuevamente a casa casi a la medianoche, abatida de agotamiento físico y mental.

Solángel ha trabajado media vida, en una papelería de la ciudad fue vendedora, cajera y emprendedora; empacó regalos en navidad y temporadas, en la cocina de su casa fabricó chocolatinas que vendió entre sus conocidos y con su esfuerzo construyó la casa que hoy habita.

En la Universidad, tras vencer la incredulidad y en ocasiones la incomprensión de los más jóvenes, recibe orgullosa el diploma de grado que pone en manos de su esposo, como una señal de que también los mayores tienen una oportunidad de perseguir sus sueños por lejos que éstos parezcan encontrarse.