Señor mío y Dios mío, te doy gracias por acompañarme en todos los momentos de mi vida.
Ahora cuando voy a comenzar este nuevo día pongo en tus manos todos los sentimientos que hay en mi corazón.
Y te pido que sanes todas las heridas, taras y recuerdos dolorosos que he tenido, no solo con personas amadas sino en otros espacios en los cuales necesito estar tranquilo, en paz.
Necesito tener el corazón, libre de todas estas situaciones para poder moverme con confianza.
Yo sé que la mala comunicación, los problemas de comunicarnos forman parte de la vida, pero que pueda perdonar y restaurar mis relaciones interpersonales, que los otros también sean más receptivos y más asertivos.
Bendice a todas aquellas con las que me voy a encontrar en el día de hoy.