



SE MULTIPLICA ALERTA EN TODO ELPAÍS
URGE RESPUESTA EFICAZ DE MINDEFENSA
POR : Luis Alberto Figueroa
T.P. 0222 del Ministerio de Educación Nacional
Las alarmas en torno al deterioro de la situación de seguridad y orden público en todo el país suenan cada día con mayor intensidad.
Semana tras semana se advierten desde instancias del orden nacional, regional y local del peligroso incremento del accionar de los grupos armados ilegales, así como de otras facciones de delincuencia común organizada.
Los gobernadores, alcaldes, Fiscalía, Procuraduría, Defensores del Pueblo, centros de estudios y análisis de conflicto armado, la mayoría de los partidos políticos y líderes sociales coinciden en que hay un pico de criminalidad en casi todo el país.
Y, si fuera poco, en muchas capitales, ciudades intermedias y municipios las redes de extorsión y microtráfico están desbocadas, al punto de que, en un sintoma por demás preocupante, pero que pone de presente su gravedad de la situación, hay sectores poblacionales e incluso autoridades locales que plantean militalizar zonas urbanas incluso autorizar el porte y por tenencia de armas para poderse defender de la andanada delincuencial.
De igual manera, las encuestas de percepción dadas a conocer recientemente no solo coinciden en que la ciudadanía se siente cada vez más insegura, sino que exigen de las autoridades gubernamentales, la Fuerza Pública y los jueces acciones más decididas para enfrenar el desafío delincuencial.
La situación es delicada.
Eso es innegable.
Y, por lo mismo. Resulta incomprensible que desde algunos sectores gubernamentales y desde sus escuderos políticos se intente señalar, contra toda evidencia, que hay una exageración o alarmismo gratuito al respecto.
Tramitar por la vía de la polarización política una crisis como la de seguridad y orden público es muy delicado y pone en riesgo no sólo la primacía del orden y la autoridad institucional, sino que a los únicos que determina beneficiando ese insólito debate es a los grupos armados ilegales, las bandas multicrimen, los carteles del narcotráfico y otras facciones de delincuencia común organizada.
Eso es claro.
Visto todo lo anterior, es importante desde el gobierno un alto en el camino.
La estrategia maco de seguridad no está funcionando y requiere ajustes inmediatos.
La política de paz gubernamental en modo alguno puede seguir limitando el accionar de las Fuerzas Armadas y de Policía, sore todo al ser vidente que la mano tendida del Ejecutivo está siendo respondida con el cese al fuego y un disparado accionar. La crisis por a poco se empieza a tomar insostenible y no se ve desde la Casa de Nariño ni el Ministerio de Defensa respuesta eficaz que proteja la vida y convivecia pacífica de la población




