HUBBLE CAPTURA IMAGEN DE UNO DE LOS “VOLCANES ESTELARES” MÁS GRANDES DE LA VÍA LÁCTEA.
Denominada como R Aquarii, se trata de una estrella simbiótica que experimenta violentas erupciones que expulsan enormes filamentos de gas incandescente. Estas observaciones ocurren en medio de estudios sobre cómo, dentro de estrellas como esta, se producen y redistribuyen elementos como el carbono, el nitrógeno y el oxígeno en el universo.
El telescopio espacial Hubble de la NASA y la ESA ha proporcionado una espectacular y colorida imagen en primer plano de una de las estrellas más ruidosas de nuestra galaxia, que teje un enorme patrón en espiral. Las imágenes del Hubble capturan sus detalles y su evolución se muestra en un vídeo time-lapse único, según ha informado la Agencia Espacial Europea.
R Aquarii, que se encuentra a tan solo 700 años luz de la Tierra, en la constelación de Acuario, es una estrella binaria simbiótica, es decir, un tipo de sistema estelar binario formado por una enana blanca y una gigante roja rodeada por una gran nebulosa dinámica. Al ser la estrella simbiótica más cercana a la Tierra, R Aquarii fue estudiada por Edwin Hubble en un esfuerzo por comprender el mecanismo que alimenta el sistema.
Esta estrella sufre violentas erupciones que expulsan enormes filamentos de gas incandescente. Esto demuestra de forma espectacular cómo el universo redistribuye los productos de la energía nuclear que se forman en las profundidades de las estrellas y que son expulsados al espacio.
Pertenece a una clase de estrellas dobles llamadas simbióticas. La estrella primaria es una gigante roja envejecida y su compañera es una estrella compacta quemada conocida como enana blanca.
La estrella primaria gigante roja está clasificada como una variable Mira que es más de 400 veces más grande que nuestro Sol. La estrella monstruosa hinchada pulsa, cambia de temperatura y varía en brillo por un factor de 750 veces durante un período de aproximadamente 390 días.
En su apogeo, la estrella es cegadora con casi 5.000 veces el brillo de nuestro Sol. Cuando la enana blanca se acerca más a la gigante roja a lo largo de su período orbital de 44 años, absorbe gravitacionalmente gas hidrógeno. Este material se acumula en el disco de acreción que rodea a la enana blanca, hasta que sufre un poderoso estallido y eyección de chorro, especialmente durante el acercamiento más cercano de la enana blanca a la estrella donante gigante roja.
Estos fenómenos tienen más que un interés pasajero para los astrónomos, ya que se trata de una forma conocida (además de los fenómenos supernova, verdaderamente titánicos pero extremadamente raros) de liberar elementos químicos más pesados que el hidrógeno y el helio al medio interestelar.
Los elementos más pesados, como el carbono, el nitrógeno y el oxígeno, son componentes fundamentales de planetas como la Tierra y de formas de vida como la nuestra. Se forman en el interior profundo de las estrellas, donde la temperatura es lo suficientemente alta como para fusionar el hidrógeno y el helio.
Esta explosión expulsa potentes chorros que se ven como filamentos que salen disparados del sistema binario, formando bucles y estelas a medida que el plasma emerge en forma de serpentinas. El plasma se retuerce por la fuerza de la explosión y se canaliza hacia arriba y hacia afuera mediante fuertes campos magnéticos.
El chorro de salida parece doblarse sobre sí mismo en un patrón espiral. Los filamentos brillan en la luz visible porque están energizados por la radiación abrasadora del dúo estelar que es R Aquarii. La nebulosa alrededor de la estrella binaria se conoce como Cederblad 211, y puede ser el remanente de una nova pasada.
La magnitud del suceso es extraordinaria incluso en términos astronómicos, ya que el material emisor puede rastrearse hasta al menos 400.000 millones de kilómetros -o 2.500 veces la distancia entre el Sol y la Tierra- desde el núcleo central. Se espera que imágenes como éstas y otras que se tomarán durante la vida útil del telescopio espacial Hubble revolucionen nuestras ideas sobre “volcanes” estelares como R Aquarii, y arrojen cada vez más pistas sobre cómo la naturaleza redistribuye los productos de la combustión nuclear desde el interior de las estrellas hacia el universo.
El equipo de la ESA/Hubble ha desarrollado una secuencia de imágenes única del objeto que consta de varios programas de observación que abarcan desde 2014 hasta 2023.
En las cinco imágenes, se puede ver la rápida y espectacular evolución de la estrella binaria y su nebulosa circundante. La estrella binaria se oscurece y se ilumina, como se ve por el tamaño de los picos de difracción rojos que la rodean, debido a las fuertes pulsaciones de la estrella gigante roja.
La nebulosa se muestra en colores principalmente verdes, pero aparecen y desaparecen partes más azules de la misma: esto se debe a que están siendo iluminadas a medida que el haz de luz de la estrella binaria giratoria las barre con forma de faro.