El fútbol y la violencia

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Las autoridades municipales tienen el mandato de proteger a sus ciudadanos, antes que tolerar o justificar a quienes los ponen en riesgo y hacen del fútbol en la ciudad un motivo de discordia y de terror19 de junio de 2023 Por: El País

Múltiples banderas fueron robadas el pasado sábado de la ‘casa escarlata’, ubicada en el barrio Las Acacias. La Policía continúa en la búsqueda de estas insignias de la barra Barón Rojo Sur

Múltiples banderas fueron robadas el pasado sábado de la ‘casa escarlata’, ubicada en el barrio Las Acacias. La Policía continúa en la búsqueda de estas insignias de la barra Barón Rojo Sur | Foto: Policía Nacional

En nombre de la afición por el fútbol se han cometido barbaridades, vandalizado ciudades y transgredido la ley. Cali está viviendo una nueva oleada de esa violencia derivada de la pasión malsana por este deporte, situación que ha dejado en evidencia la ineficacia de las llamadas mesas de concertación que se instalan cada vez que surgen los problemas, así como la incapacidad de las autoridades para detener a quienes los promueven.

El robo de banderas del América que pertenecerían a la barra popular el Barón Rojo Sur, en el que estarían involucrados seguidores del Deportivo Cali y el Junior de Barranquilla, desató en días recientes una guerra campal en la capital del Valle. Enfrentamientos con armas de fuego, caravanas de motos aprovechadas para cometer delitos, incursiones violentas a viviendas buscando los llamados ‘trapos’ escarlatas, riñas entre hinchas y amenazas de muerte en redes sociales son algunos de los hechos ocurridos.

En medio de ese caos que se apoderó de varios sectores de la ciudad, el gobierno local y sus autoridades dan bandazos, como por ejemplo ofrecer recompensas por las banderas hurtadas. Mientras tanto, no se ataca como se requiera la raíz de un problema que pone en riesgo a los ciudadanos y atenta contra la tranquilidad de Cali.

Por ello el Defensor del Pueblo pide una intervención decidida y llama a que se convoque, una vez más, la Mesa de Concertación Nacional del Barrismo Social. Como si ese ensayo que lleva años tratando de aplicarse y ha resultado un fracaso, tuviera alguna posibilidad de funcionar en esta ocasión.

Ya en Colombia se perdió la cuenta de las veces en que se ha intentado llegar a acuerdos con las mal llamadas barras bravas del fútbol para que cesen la violencia y realicen pactos de no agresión con los contrarios. Tampoco sirvió la carnetización de los hinchas, que nunca se implementó al completo, como tampoco ha dado resultado la intervención de los equipos para apaciguar a quienes en su nombre generan caos y provocan desmanes.