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Lunes 8 de febrero 2021 –DÍA DEL DESAHOGO-
“El dolor que no se desahoga con lágrimas puede hacer que sean otros órganos los que lloren.”. -Francis J. Braceland, psiquíatra estadounidense.
Aunque las lágrimas mojen tu corazón, sonríe con amor porque estás vivo. SONRÍA, SONRÍA, SONRÍA… AGRADECIENDO CADA MINUTO DE VIDA.
Entonces… no puedes permitir que las penas interiores arruinen tu vida, me dijo sabiamente, mi abuela Juanita.
–Entonces… ¿Qué hago?
“No tienes que hacer nada”, me respondió con voz amorosa. Y… agregó: “Simplemente tienes que desahogarte”.
-Y… ¿Cómo?
Me abrazó dulcemente. Sacó un pañuelo blanco y arrugado, me lo entregó y me recomendó: “Llora, llora todo el tiempo que quieras… hasta que sientas que un apacible viento recorre tu interior”.
–Abue: es que mi papá me dijo que “los hombres no debemos llorar”.
Desobedécelo, nadie te lo puede prohibir. Así, como puedes reírte, como puedes gritar, como puedes expresar tu felicidad; así, llorando te puedes desahogar. Me acarició la cabeza y me señaló mi cuarto: Enciérrate y desahógate.