Columna del Abogado, Escritor y Periodista, Luis Garcia Quiroga

Risaralda debe poner mínimo dos senadores que jueguen de local, pero es claro que este departamento pone 370 mil votos para Senado, y según las mediciones recientes, con una cifra repartidora de 50 mil votos tendríamos no menos de cinco senadores.

Sería fácil si en lugar del voto atado a intereses foráneos, pusiéramos todo el enfoque en el voto local inteligente. Somos un departamento que “regala” casi 200 mil votos por candidatos golondrina.
Sea quien sea el Presidente de la República, deberá entenderse con los jefes de la clase política que son los senadores y eso es clave a la hora de jalonar recursos para las obras de la región. Con raigambre y votos en Pereira tenemos hoy como candidatos al Senado a Juan Manuel Arango, Carlos Humberto Isaza, Alejandro Corrales y Samy Merheg. Sabemos del amor de Iván Marulanda por su ciudad natal y lo agregamos a esta lista.

A Juan Manuel Arango lo conozco desde sus inicios como periodista, concejal, asesor de César Gaviria. Fui su asesor de comunicaciones en ambos mandatos como alcalde. Pocos creían que regresaría a la política para ser candidato al Senado pero ya está enfocado en el electorado de Risaralda. Hoy es muy cercano a Vargas Lleras y es difícil entender por qué Diego Ramos no apoya su candidatura.

Carlos Humberto Isaza es un experto en derecho comercial y lo conozco desde hace 40 años cuando era al tiempo, asesor de Ana Milena Muñoz en Fundesarrollo y de César Gaviria. Lo recuerdo años atrás manejando becas universitarias e impulsando proyectos como Mercasa, el parque industrial, planes de vivienda y siempre al lado de la familia Gaviria. Isaza va en llave con Diego Patiño Amariles quien viene haciendo una demoledora demostración de fuerza electoral.

A Alejandro Corrales no lo conozco personalmente, pero genera confianza por su origen como líder cafetero y empresario del agro. Es bueno el cuarteto de candidatos Uribistas a la Cámara que respaldan su candidatura y que apoyan su aspiración, pero no sabemos si tienen votos.

A Samy Merheg lo he saludo un par de veces. Una de ellas en la vara de El Tigre esperando al entonces presidente Uribe. Samy es lo que en política se llama un barón electoral. En las pasadas elecciones ganó alcaldías en Pereira, Dosquebradas, Santa Rosa y la gobernación de Risaralda. Es el nuevo dueño de los votos.

Samy es heredero electoral de su hermano Habib, pero es cualitativamente muy diferente. Es de bajo perfil, ordenado, sistemático. Dicen que muy disciplinado en el Congreso y en su vida personal. De personas que lo conocen bien, he oído bien de él. Claro que no se mueve una hoja (de vida) sin su visto bueno. Hay para escoger.

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