COMO ES POSIBLE QUE EN UN LUGAR SUPESTAMENTE DE MAXIMA SEGURIAD Y QUE POR, LA PELIGROSIDAD DE LOS INTERNOS, GOZA DE EXTREMA VIGILANCIA, HAYA LICOR Y ESTUPEFAIENTES POR MONTON.
POR: LUIS ALBERTO FIGUEROA – LUALFI –
TARJETA PROFESIONAL 0222 EXPEDIDA POR EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL.
Definitivamente el problema carcelario está pudiendo a las autoridades.
No importa que el nuevo suceso sea más grave que el anterior, las cosas sigue exactamente iguales o perores a pesar de que el gobierno para abajo se rasga las vestiduras y anuncia severas medidas para controlar la corrupción que hay en el sistema carcelario y los increíbles sucesos que se derivan de esta situación.
Así ocurrió con el asesinato no hace muchos días del director de la cárcel La Modelo, un de las más importantes del país por el número de internos y la peligrosidad de ellos, el coronel en retiro Elmer Fernández, luego de su asesinato ordenado al parecer por internos que no estaban con las requisas y con los controles adoptados por el funcionario asesinado, las autoridades anunciaron investigaciones y medidas para desarticular las organizaciones criminales que hay en el interior de las cárceles; pero todo sigue igual.
El turno de los hechos aberrantes en las cárceles del país, fue ahora para la Tramacúa, tal vez el penal de máxima seguridad donde están los peores criminales y por lo tanto con más vigilancia y seguridad.
Allí, el finde semana pasado, se armó, por cuenta del cumpleaños de uno de los cabecillas de una de las estructuras al margen de la ley que paga su condena en ese lugar,, una fiesta descomunal.
Según se aprecia en los videos que se hicieron virales en las redes sociales, al menos una treintena del patio 3, estaban consumiendo alcohol estupefacientes, mientras bailaban al ritmo del reguetón ñ y uno de ello, al parecer el cumpleañero, pasaba plato en mano lleno de cocaína ofreciendo a sus compañeros invitándolos a consumirla.
Como e posible que en un lugar supuestamente de máxima seguridad y que, por la peligrosidad de los internos, goza de extrema vigilancia, haya licor y estupefacientes por montones, además de comida, la música, de tortas y de celulares, y que la respuesta del INPC a esto sea simplemente que no sabe como ingreso todo eso a la cárcel.