Columna del Dr. Gustavo Pèrez Gonzalez

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      • URIBE POSIBLE MÁRTIR DE LA DEMOCRACIA Y SU INIQUIDAD
        Cuando se negocia el principio de autoridad con criminales de lesa humanidad,
        se renuncia al Estado de Derecho, a la Democracia y a la Institucionalidad. Es
        simple: La Real Majestad Soberana del Estado pierde toda credibilidad, los
        asociados pierden toda noción de en quien se encarna el bien, de en quien el
        mal. Los malos son cobijados por todo tipo de privilegios, otorgados por
        quienes no tuvieron escrúpulos para traicionar los intereses generales de la
        nación, indultando, amnistiando a quienes dedicaron sus vidas a victimizar al
        pueblo con su cruento accionar.
        La Justicia cae derrumbada ante la iniquidad, la impunidad y el desconcierto
        generalizado de una sociedad, que ve como se premia a la criminalidad
        colmada de honores, mientras se persigue jurídicamente a quienes tratando de
        neutralizar su cruento accionar criminal desde las instituciones, lo entregaron
        todo para que la Patria mantuviera el honor y su dignidad; convirtiéndolos en
        mártires de la democracia y la irracionalidad, inmortalizados para la historia
        gracias a que un gobernante de turno, fue capaz de renunciar a todo con el
        único argumento de firmar la paz y hacerse al nobel de la academia, creyendo
        que con ello, obtendría su inmortalidad.
        Que equivocado estaba esta réplica del fracaso, la ineptitud y la maldad; no le
        enseñaron en los altos claustros que la paz nace cuando existe marcada
        diferencia entre quienes gobiernan, legislan y juzgan, de quienes delinquen con
        atroz criminalidad. Cuando tal diferencia no existe, se carboniza el orden
        jurídico, se abomina la Justicia, se desploma todo orden social y legal posible.
        La Real Majestad Soberana del Estado pierde los Siete Equilibrios Fácticos
        Ineludibles Debidos al Rigor de la Ley Natural. El fracaso sepulta todo orden
        democrático y social, condenando a los pueblos a volver a empezar para
        resurgir desde la nada, por equivocarse al elegir a quienes los debían
        gobernar; cuando suceda lo inexorable, pues escrito está: “… Una larva pudre
        el pastel, pronto habrán cien, comen plácidamente y hasta presumen ser las
        dueñas absolutas de el, pero una vez la degradación natural avance, habrá
        tantas, que no se resisten, no se toleran, se enfrentan a muerte unas a otras.
        Entrando en acción la ley de la depuración natural, que hace prevalecer el bien
        sobre el mal…” (Tomado del libro Los Silencios Ocultos Vedados Por La
        Teología Universal.
        No me cabe duda: Uribe está a punto de convertirse en ese mártir de nuestra
        democracia, si Duque no se amarra los pantalones y le pone fin a semejante
        iniquidad.
        Dr. Gustavo Pérez González
      URIIBE POSIBLE MÁRTIR DE LA DEMOCRACIA Y SU INIQUIDAD

      • URIBE POSIBLE MÁRTIR DE LA DEMOCRACIA Y SU INIQUIDAD
        Cuando se negocia el principio de autoridad con criminales de lesa humanidad,
        se renuncia al Estado de Derecho, a la Democracia y a la Institucionalidad. Es
        simple: La Real Majestad Soberana del Estado pierde toda credibilidad, los
        asociados pierden toda noción de en quien se encarna el bien, de en quien el
        mal. Los malos son cobijados por todo tipo de privilegios, otorgados por
        quienes no tuvieron escrúpulos para traicionar los intereses generales de la
        nación, indultando, amnistiando a quienes dedicaron sus vidas a victimizar al
        pueblo con su cruento accionar.
        La Justicia cae derrumbada ante la iniquidad, la impunidad y el desconcierto
        generalizado de una sociedad, que ve como se premia a la criminalidad
        colmada de honores, mientras se persigue jurídicamente a quienes tratando de
        neutralizar su cruento accionar criminal desde las instituciones, lo entregaron
        todo para que la Patria mantuviera el honor y su dignidad; convirtiéndolos en
        mártires de la democracia y la irracionalidad, inmortalizados para la historia
        gracias a que un gobernante de turno, fue capaz de renunciar a todo con el
        único argumento de firmar la paz y hacerse al nobel de la academia, creyendo
        que con ello, obtendría su inmortalidad.
        Que equivocado estaba esta réplica del fracaso, la ineptitud y la maldad; no le
        enseñaron en los altos claustros que la paz nace cuando existe marcada
        diferencia entre quienes gobiernan, legislan y juzgan, de quienes delinquen con
        atroz criminalidad. Cuando tal diferencia no existe, se carboniza el orden
        jurídico, se abomina la Justicia, se desploma todo orden social y legal posible.
        La Real Majestad Soberana del Estado pierde los Siete Equilibrios Fácticos
        Ineludibles Debidos al Rigor de la Ley Natural. El fracaso sepulta todo orden
        democrático y social, condenando a los pueblos a volver a empezar para
        resurgir desde la nada, por equivocarse al elegir a quienes los debían
        gobernar; cuando suceda lo inexorable, pues escrito está: “… Una larva pudre
        el pastel, pronto habrán cien, comen plácidamente y hasta presumen ser las
        dueñas absolutas de el, pero una vez la degradación natural avance, habrá
        tantas, que no se resisten, no se toleran, se enfrentan a muerte unas a otras.
        Entrando en acción la ley de la depuración natural, que hace prevalecer el bien
        sobre el mal…” (Tomado del libro Los Silencios Ocultos Vedados Por La
        Teología Universal.
        No me cabe duda: Uribe está a punto de convertirse en ese mártir de nuestra
        democracia, si Duque no se amarra los pantalones y le pone fin a semejante
        iniquidad.
        Dr. Gustavo Pérez González
      Cuando se negocia el principio de autoridad con criminales de lesa humanidad,
      se renuncia al Estado de Derecho, a la Democracia y a la Institucionalidad. Es
      simple: La Real Majestad Soberana del Estado pierde toda credibilidad, los
      asociados pierden toda noción de en quien se encarna el bien, de en quien el
      mal. Los malos son cobijados por todo tipo de privilegios, otorgados por
      quienes no tuvieron escrúpulos para traicionar los intereses generales de la
      nación, indultando, amnistiando a quienes dedicaron sus vidas a victimizar al
      pueblo con su cruento accionar.
      La Justicia cae derrumbada ante la iniquidad, la impunidad y el desconcierto
      generalizado de una sociedad, que ve como se premia a la criminalidad
      colmada de honores, mientras se persigue jurídicamente a quienes tratando de
      neutralizar su cruento accionar criminal desde las instituciones, lo entregaron
      todo para que la Patria mantuviera el honor y su dignidad; convirtiéndolos en
      mártires de la democracia y la irracionalidad, inmortalizados para la historia
      gracias a que un gobernante de turno, fue capaz de renunciar a todo con el
      único argumento de firmar la paz y hacerse al nobel de la academia, creyendo
      que con ello, obtendría su inmortalidad.
      Que equivocado estaba esta réplica del fracaso, la ineptitud y la maldad; no le
      enseñaron en los altos claustros que la paz nace cuando existe marcada
      diferencia entre quienes gobiernan, legislan y juzgan, de quienes delinquen con
      atroz criminalidad. Cuando tal diferencia no existe, se carboniza el orden
      jurídico, se abomina la Justicia, se desploma todo orden social y legal posible.
      La Real Majestad Soberana del Estado pierde los Siete Equilibrios Fácticos
      Ineludibles Debidos al Rigor de la Ley Natural. El fracaso sepulta todo orden
      democrático y social, condenando a los pueblos a volver a empezar para
      resurgir desde la nada, por equivocarse al elegir a quienes los debían
      gobernar; cuando suceda lo inexorable, pues escrito está: “… Una larva pudre
      el pastel, pronto habrán cien, comen plácidamente y hasta presumen ser las
      dueñas absolutas de el, pero una vez la degradación natural avance, habrá
      tantas, que no se resisten, no se toleran, se enfrentan a muerte unas a otras.
      Entrando en acción la ley de la depuración natural, que hace prevalecer el bien
      sobre el mal…” (Tomado del libro Los Silencios Ocultos Vedados Por La
      Teología Universal.
      No me cabe duda: Uribe está a punto de convertirse en ese mártir de nuestra
      democracia, si Duque no se amarra los pantalones y le pone fin a semejante
      iniquidad.
      Dr. Gustavo Pérez González
    URIBE POSIBLE MÁRTIR DE LA DEMOCRACIA Y SU INIQUIDAD
    Cuando se negocia el principio de autoridad con criminales de lesa humanidad,
    se renuncia al Estado de Derecho, a la Democracia y a la Institucionalidad.
    Es
    simple: La Real Majestad Soberana del Estado pierde toda credibilidad, los
    asociados pierden toda noción de en quien se encarna el bien, de en quien el
    mal
    . Los malos son cobijados por todo tipo de privilegios, otorgados por
    quienes no tuvieron escrúpulos para traicionar los intereses generales de la
    nación, indultando, amnistiando a quienes dedicaron sus vidas a victimizar al
    pueblo con su cruento accionar.
    La Justicia cae derrumbada ante la iniquidad, la impunidad y el desconcierto
    generalizado de una sociedad, que ve como se premia a la criminalidad
    colmada de honores, mientras se persigue jurídicamente a quienes tratando de
    neutralizar su cruento accionar criminal desde las instituciones, lo entregaron
    todo para que la Patria mantuviera el honor y su dignidad; convirtiéndolos en
    mártires de la democracia y la irracionalidad, inmortalizados para la historia
    gracias a que un gobernante de turno, fue capaz de renunciar a todo con el
    único argumento de firmar la paz y hacerse al nobel de la academia, creyendo
    que con ello, obtendría su inmortalidad.
    Que equivocado estaba esta réplica del fracaso, la ineptitud y la maldad; no le
    enseñaron en los altos claustros que la paz nace cuando existe marcada
    diferencia entre quienes gobiernan, legislan y juzgan, de quienes delinquen con
    atroz criminalidad. Cuando tal diferencia no existe, se carboniza el orden
    jurídico, se abomina la Justicia, se desploma todo orden social y legal posible.
    La Real Majestad Soberana del Estado pierde los Siete Equilibrios Fácticos
    Ineludibles Debidos al Rigor de la Ley Natural.
    El fracaso sepulta todo orden
    democrático y social, condenando a los pueblos a volver a empezar para
    resurgir desde la nada, por equivocarse al elegir a quienes los debían
    gobernar; cuando suceda lo inexorable, pues escrito está.
    Una larva pudre
    el pastel, pronto habrán cien, comen plácidamente y hasta presumen ser las
    dueñas absolutas de el, pero una vez la degradación natural avance, habrá
    tantas, que no se resisten, no se toleran, se enfrentan a muerte unas a otras.
    Entrando en acción la ley de la depuración natural, que hace prevalecer el bien
    sobre el mal…” (Tomado del libro Los Silencios Ocultos Vedados Por La
    Teología Universal.
    No me cabe duda: Uribe está a punto de convertirse en ese mártir de nuestra
    democracia, si Duque no se amarra los pantalones y le pone fin a semejante
    iniquidad.
    Dr. Gustavo Pérez González