Pese a que todavía no se conocen los detalles de cómo será la estrategia de gobierno del presidente electo, Iván Duque Márquez, con el correr de los días ha empezado a mostrar señales de cómo será su posible forma de trabajar, una vez ocupe su lugar en la Casa de Nariño.

Lo primero que ha dicho en múltiples ocasiones es que, fiel al estilo del Centro Democrático y con una estrategia similar a la que utilizó el expresidente Álvaro Uribe durante su gobierno, tratará de ser un Jefe de Estado cercano a las comunidades e implementará una especie de consejos comunitarios que denominó ‘Construyendo país’, con los que pretende escuchar propuestas de la ciudadanía en relación a los diferentes sectores sociales.

Esta iniciativa, para muchos, es una señal de que su gobierno estará marcado por la forma de liderazgo de Uribe, pero al mismo tiempo es una estrategia que lo mostraría cercano a las comunidades, fiel a su carácter juvenil y jovial, que ha mostrado desde el inicio de su campaña a la Presidencia.

Para el analista político Carlos Andrés Orjuela, esta es una estrategia que lo asocia al Gobierno de Álvaro Uribe, sin embargo, también es una forma de acercarse un poco más al electorado, una herramienta que para eso funciona muy bien.

“Los consejos comunitarios van a volver pero no desde la misma dinámica que los desarrolló Uribe, porque lo que se ha evidenciado con Iván Duque es que él entendió que la comunicación política cambió. Entonces, vamos a encontrar un candidato más de redes sociales, de Google, de Facebook y de Whatsapp”, opina Orjuela.

El experto en política Jorge Yarce Tamayo agrega que esta iniciativa en particular, que traza algunas líneas de cómo será el Gobierno Duque, demuestra la presencia del Centro Democrático en su plan de liderazgo, debido a que el contacto con las comunidades, sumado a la defensa de la meritocracia, siempre han sido banderas del uribismo.

Otra de las características que tendría el mandato de Iván Duque, de acuerdo con lo anunciado hasta el momento, está relacionada con la cogobernanza y representación de las regiones del país en el gobierno central. Así lo dejó ver desde su campaña y con la reciente ratificación de que su gabinete estaría conformado por personas jóvenes, provenientes de las regiones y que sería representativo de las mujeres y las minorías.

“El contacto con las regiones, más que una decisión de él, es la continuidad del esfuerzo que ha hecho el Centro Democrático desde hace cuatro años. Siempre ha hecho foros, encuentros regionales y viajes, porque ha sido la vocación que adoptaron con el expresidente Uribe y que quieren seguir manteniendo, pero que con Duque se hará de una manera mucho más ejecutiva”, añade Yarce Tamayo.

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En ese sentido, pese a que Duque ha mostrado fidelidad a su partido y a las ideologías de este, empieza a mostrar un perfil mucho más gerencial y dándole su etilo a ciertas propuestas como jefe de Estado.

Sin embargo, asegura Orjuela que no se sabe de qué lado de la balanza se inclinará más el nuevo presidente, si a su estilo jovial, ejecutivo y moderado o al marcado por el Centro Democrático.

“Tenemos un Gobierno dual. Por un lado, un presidente que entre comillas es un tecnócrata, de menos de 43 años, que entiende las redes sociales, que ha prometido un gabinete con un componente importantísimo de mujeres, de jóvenes; y por otro lado, un mandatario que simboliza todo lo que lo acompañó en los últimos tres meses de campaña, que es la política tradicional, antigua y de líderes políticos como César Gaviria”, señala Andrés Orjuela.

Esta dualidad quedó evidenciada durante estas dos últimas semanas cuando en un aparente tono conciliador con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, manifestó preocupaciones en relación a la aprobación del proyecto de ley que reglamenta la Justicia Especial para la Paz (JEP).

Su posición, pese a ser conciliadora, tuvo en vilo la aprobación del proyecto por varios días y estuvo apoyada por las mayorías en el Congreso de la República, que en cabeza del Centro Democrático logró modificar dos artículos del texto, cambios que a juicio del Gobierno Santos no son constitucionales.

Así las cosas, por ahora la JEP quedó sin facultad de tomar decisiones sobre pruebas relacionadas con la extradición de excombatientes de las Farc y se congeló la comparecencia de los militares a dicha jurisdicción.

Iván Duque Márquez

exsenador del Centro Democrático, fue elegido el pasado 17 de junio como Presidente de la República por 10.365.450 colombianos.

“Ahí se evidenció una diferencia cuando se reunió con la JEP, mientras que la senadora Paloma Valencia pidió grandes modificaciones para el proyecto de reglamentación de la JEP. También ha dicho que va a apoyar la consulta anticorrupción, pero por otro lado, personas que fueron cercanas a su candidatura en medios de comunicación afirman que la consulta anticorrupción es una gastadera de plata”, añade Orjuela.

Para Yance, todo líder cuando llega al poder deja de ser miembro de su partido y se vuelve cabeza de la Nación. Por tanto, sostiene el analista, es natural que encontremos comportamientos que parecieran ir en contravía a lo que normalmente estaría haciendo el Centro Democrático.

“Pero es lo que se denominan decisiones de Estado. El presidente tiene que actuar de conformidad a lo que le conviene más al Estado y no a su partido”, agrego.

Sin embargo, para la analista política Viviana Clavijo el comportamiento de Duque y el contexto que lo rodea indican que es una incógnita, porque no se sabe cuál será realmente su posición en el gobierno, porque su única experiencia gerencial va a ser con la Presidencia de la República.

“Desde su perfil y su edad, debería tener un liderazgo de corte gerencial, pero tiene unas dinámicas y unas lógicas del partido, que lo pueden llegar a hacer tener un ejercicio político un poco más arraigado a lo que es la política tradicional del Centro Democrático. Creo que va a ser un presidente con más presencia en la Casa de Nariño, que la que tuvo el expresidente Álvaro Uribe”, agrega la experta.

Carlos Andrés Orjuela añade que en este caso será difícil saber cómo será el gobierno de Iván Duque. “Con Juan Manuel Santos todo el mundo sabía a qué atenerse a los seis meses, porque inmediatamente se lanzó a la paz. Con Gustavo Petro también hubiera sido fácil decir que se la iba a jugar la por implementación”, comenta.

Por eso, Orjuela sostiene que este interrogante se va a empezar a resolver el 7 de agosto cuando Iván Duque tome posesión y se empiecen a mover las estructuras políticas, “que se van a mover”, en las entidades descentralizadas adscritas al Gobierno Nacional.

“Ahí podemos ver qué tanto tiene para gobernar ese Iván Duque senador, tecnócrata, candidato de la coalición y presidente de la derecha colombiana”, manifiesta.

No obstante, para Jorge Yarce Tamayo, lo que se empieza a leer de Duque es que es un fenómeno renovador dentro de la política con inclinación a la gerencia pública basada en un trabajo multidimensional del sector público, entendiéndolo como un mecanismo tanto productivo como de control.

“Desde el momento de aceptación del triunfo como presidente, dijo que no iba a haber mermelada, que no iba a haber negociaciones internas con los distintos sectores políticos y que va a integrar a lo mejor del país en la administración pública. Eso habla de la conformación de una estructura gerencial y ejecutiva”, concluye el analista político.