



Mar, 16/12/2025.-
No tiene por qué hacerlo en ningún momento ni esta ni ninguna otra guerrilla o grupo al margen de la ley en Colombia, y ejecutarlo justo en esta época de fin de año, cuando las familias y las personas se tienen que movilizar para regresar a sus hogares o para disfrutar del periodo de vacaciones es además malintencionado.
Inconcebible que la guerrilla del Eln siga tratando de usurpar funciones constitucionales que facultan al Gobierno nacional y a las instituciones a dar órdenes y a tomar decisiones sobre los ciudadanos. El anuncio que hizo esta agrupación ilícita el viernes, de iniciar un paro armado en Colombia desde el domingo y hasta mañana, causa un rechazo generalizado y se convierte en una delicada amenaza para todo el territorio nacional que las autoridades deben estar conteniendo para que no termine en situaciones lamentables con muertos, heridos e infraestructuras acabadas por ataques de estos sediciosos, como ya lo han hecho y acostumbran.
Nada justifica que esta guerrilla, por no estar de acuerdo con las operaciones militares de Estados Unidos en el Caribe, se atribuya a decirles a los colombianos que se deben abstener de viajar por carreteras y ríos navegables durante 72 horas porque ejecutará acciones de guerra en protesta contra lo que llama neocolonialismo. Confirma que a esta guerrilla no se le puede creer, pues mientras en un comunicado asegura que no atacaría civiles, solamente el domingo el Ejército Nacional neutralizó dos artefactos explosivos en Norte de Santander y otro en Cauca, que si no se hubieran controlado hoy serían tres tragedias que estaría lamentando el país contra la población civil y la movilidad.
Uno de los tres explosivos fue instalado en la carretera entre Cúcuta y Pamplona, otro en la vía que comunica con el municipio de El Zulia (Venezuela) y el tercero en la vía Panamericana, que es la comunicación principal del sur en el país. Un paro armado no tiene por qué hacerlo en ningún momento ni esta ni ninguna otra guerrilla o grupo al margen de la ley en Colombia, y ejecutarlo justo en esta época de fin de año, cuando las familias y las personas se tienen que movilizar para regresar a sus hogares o para disfrutar del periodo de vacaciones es además malintencionado.
Bien difícil, cuando a lo que se tendría que enfrentar la población es a hombres armados, a lo que instó el presidente, Gustavo Petro, “vivir la Navidad sin miedo”. Miles de colombianos se sienten hoy amenazados por estas advertencias, inclusive en departamentos en los que no se han detectado hechos irregulares. La Defensoría del Pueblo a través de sus equipos territoriales verificó que sí hay personas confinadas e intimidadas; además de restricciones a la movilidad con afectaciones graves al transporte público y privado, golpeando las actividades, sobre todo en zonas rurales y en corredores viales estratégicos.
La Defensoría ha detectado alteraciones en Putumayo, Caquetá, Antioquia, Arauca, Boyacá, Casanare, Cauca, Cesar, Chocó, La Guajira, Magdalena Medio, Nariño, Norte de Santander, Pacífico y bajo Cauca Antioqueño. Con toda razón pide enfáticamente que se levante de inmediato y sin condiciones este paro armado, y además hace un llamado para que el Gobierno nacional refuerce las medidas de protección y prevención. Ningún esfuerzo adicional de la Fuerza Pública es exagerado en este momento, porque se está afectando toda la dinámica económica y social del país. El Eln dice que Estados Unidos pretende recrudecer el saqueo de los bienes naturales y riquezas nacionales, pero es esa guerrilla la que lo está haciendo con sus actos por fuera de la ley.



