EXCELENCIA MUNDIAL PARA UNA PEREIRANA

“¿Qué es el arte? El arte nace de la alegría y el dolor, sobre todo del dolor. Crece a partir de las vidas humanas.” -Edvard Munch, pintor  noruego.

La pereirana Elsa Victoria Ríos fue la ganadora del “Premio a la excelencia”, entre 134 artistas de todo el mundo reunidos en el Haegeumgang Theme Museum Korea, ubicado en Geoje, South – Korea, en los primeros días del noveno mes 2019.

“Elsa Victorios” es su nombre artístico, que rueda por los cinco continentes, con amplio reconocimiento en los medios culturales de Europa, Asia, África, América y Oceanía, gracias a sus obras expuestas en prestigiosos Museos.

Injustamente ella, una mujer sencilla, dotada de grandes atributos y con formación profesional en la Universidad Tecnológica de Pereira, no ha recibido un merecido reconocimiento en Colombia, no obstante ocupar las primeras páginas de revistas y periódicos; imágenes destacadas en la pantalla chica y notas de primer orden en la Radiodifusión mundial.

Elsa Victoria Ríos -“Elsa Victorios”- con la bandera pereirana en su corazón, registra la doble nacionalidad colombo-estadounidense y tiene su propia Galería de Arte en la “Venecia de América” Fort Lauderdale, en el Condado de Broward en Florida USA.

Como auténtica pereirana viene proyectando una imagen real del valor de nuestras mujeres, haciendo eco a la frase del dramaturgo irlandés George Bernard Shaw: “Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma”.

Una inspiración que traspasa fronteras, sin lugar a dudas, es su amor por la bicicleta en la ruta de su vida; sobre la cual, metafóricamente, con fuerza imperiosa da cada pedalazo para superar ariscos terrenos que la aferran a su entorno cotidiano. Así es “Elsa Victorios”, internacionalmente distinguida como Artista Plástica, con sus espectaculares obras donde, en su mayoría, delinea un velocípedo.

Lo más admirable de nuestra artista pereirana, Elsa Victoria Ríos, es su ilimitado amor para superar etapas difíciles, montada en una bicicleta y con el pincel en la mano, igual que lo hiciera la intelectual estadounidense Adrienne Rich: “No creo que podamos separar el arte de la dignidad y la esperanza humana”.