EE. UU. y Siria pactan acuerdos tras reunión entre Trump y Al-Sharaa.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo este lunes una reunión con el vicepresidente sirio Farouk Al-Sharaa en Washington, donde ambos líderes anunciaron una serie de acuerdos orientados a reducir tensiones y abrir un canal de cooperación política. El encuentro, realizado en un contexto de incertidumbre internacional, busca marcar un nuevo rumbo en las relaciones bilaterales entre Washington y Damasco.

Los acuerdos alcanzados incluyen compromisos en materia de seguridad regional, cooperación humanitaria y la creación de un mecanismo de diálogo permanente. Este paso representa un intento de ambos gobiernos por disminuir la confrontación que ha caracterizado sus vínculos en las últimas décadas y explorar espacios de entendimiento en medio de la crisis siria.

La reunión también refleja el interés de Estados Unidos en proyectar una estrategia más pragmática hacia Medio Oriente, donde Siria ocupa un papel clave en la estabilidad regional. Para Damasco, el acercamiento con Washington significa una oportunidad de aliviar presiones internacionales y mostrar disposición a negociar en escenarios multilaterales.

Analistas consideran que este acercamiento podría tener repercusiones en la dinámica geopolítica, especialmente en relación con actores como Rusia e Irán, que mantienen influencia en Siria. La apertura de un canal directo con Estados Unidos podría modificar el equilibrio de poder y generar nuevas expectativas en torno a la resolución del conflicto.

En definitiva, el encuentro entre Trump y Al-Sharaa marca un hito en las relaciones bilaterales, al establecer acuerdos que buscan transformar la confrontación en cooperación. La apuesta por un diálogo político abre la posibilidad de que Siria y Estados Unidos redefinan su relación en un escenario internacional cada vez más complejo.

English version

US and Syria reach agreements after Trump–Al-Sharaa meeting

US President Donald Trump held a meeting on Monday with Syrian Vice President Farouk Al-Sharaa in Washington, where both leaders announced a series of agreements aimed at reducing tensions and opening a channel for political cooperation. The encounter, held amid international uncertainty, seeks to set a new course in bilateral relations between Washington and Damascus.

The agreements include commitments on regional security, humanitarian cooperation, and the creation of a permanent dialogue mechanism. This step represents an effort by both governments to ease the confrontation that has defined their ties for decades and to explore areas of understanding amid Syria’s ongoing crisis.

The meeting also highlights Washington’s interest in projecting a more pragmatic strategy toward the Middle East, where Syria plays a key role in regional stability. For Damascus, the rapprochement with the United States offers a chance to ease international pressure and demonstrate willingness to negotiate in multilateral settings.

Experts believe this rapprochement could have repercussions on the geopolitical landscape, particularly regarding actors such as Russia and Iran, who maintain influence in Syria. Opening a direct channel with the United States could shift the balance of power and raise new expectations about conflict resolution.

Ultimately,