DEL PERIÒDICO LA PAZ, POR EL PERIODISTA PROFESIONAL, JAIME MEJIA PÈREZ

DE FRENTE CON JAIME.

PRIMERA NOTA

Disfrutamos la navidad en todo su esplendor, con la armonìa de pereiranos, pasandose por por las centricas calles de la ciudad con los chiquillos dando gritos  de alegrìa y expesando amor por su ciudad.

Es definitivamente la mejor època  del año para avivar el sentido de pertenencia  y valorar el calor, el efecto, la amavilidad y la belleza de nuestras mujeres, las ventas del comercio se han disparado en un 90%, con la llegada  de visitantes de poblaciones aledañas de diferentes partes.

SEGUNDA NOTA

El padre pacho se ha convertio en el Papà Noel de los pereiranos, realizando las novenas  en los principales barrios de la ciudad.

El Presbitero Francisco Arias, Director de Prensa  de la Diocesis de Pereira, Pàrroco de los Dolores, con su orquesta ” Grupo Semillas”, esta haciendo verdaderos milagros, entregando regalos a los miles de niños pobres y alegrando el espiritu navideño de de todos los catòlicos.

Diez puntos (màxima calificaciòn ) para el buenazo Padre Pacho.

TERCERA NOTA

Bien lo dijo Luciano Garcia: “Aquì no hay forasteros, todos somos pereiranos “, frase  que abrazan los venezolanos que sienten como si està fuera, de verdad, su autèntica Patria.

La calidez y generosidad de nuestras gentes es ilimitada , porque la filantropìa no tiene distingos de niguna clase.

Es reconfortante apreciar la ronrisa de agradecimiento de los hermanos  venezolanos que circulan en los principales parques, ofreciendo comestibles y manjares fabricados por ellos mismos.

CUARTA NOTA

Ahora que se aproximan las elecciones regionales, retornò a la faena engañadora un ejercito de “avivatos” que se autoproclaman lìderes sociales y que se mueven de directorio en directorio.

De tanto, ir y  venir, ya a tienen identificado a la mayorìa de ellos; pero ni asì, logran espantarlos son los mismos que organizan, en sitios tradicionales, reuniones alternadas con diferentes candidatos.

Y… despuès dicen que por què son tan costosas las campañas en el departamento de Risaralda, cuando ese ejercito de ” avivatos” es alimentado por polìticos tradicionales.