Columna del Abogado, Escritor y Periodista, Luis Garcia Quiroga

Dos casos retratan de cuerpo entero nuestro problema de sostenibilidad ambiental: la fama patética de organismo corrupto que carga la Cárder y el afán de ciertas entidades locales de cambiar el POT acomodado a sus intereses.

Tal como enseña Jack El Destripador, vamos por partes.
“Qué se puede hacer, señor Gobernador, para sacar a la Cárder de esa imagen trágica de entidad corrupta. No paran los comentarios sobre la corrupción que gangrena a esa institución en perjuicio del entorno ambiental”. Se lo dije al gobernador Sigifredo Salazar en la primera rueda de columnistas que hizo este año.

El Gobernador como presidente de la enorme (en tamaño) Junta Directiva, es la persona que puede reorientar la cultura ética de las buenas prácticas que debe tener un gobierno corporativo. El Gobernador se mostró preocupado y al tiempo esperanzado anotando que confiaba en el entonces director Leandro Jaramillo a quien calificó como un funcionario honesto. Pero la felicidad y lo bueno se parecen, porque no duran.

Fue por ello que en mi columna del pasado miércoles 28 de marzo a nombre de los ciudadanos que nos duele el daño ambiental en la Cuenca del Río Otún, pedimos al alcalde Gallo su intervención como primera autoridad ambiental del territorio.

Debo reconocer el esfuerzo que hace el Pacto por la Gobernanza de la Cuenca convocado en 2015 por el entonces gerente de Aguas y Aguas Diego Barragán, y que con buen criterio está impulsando el actual gerente Francisco Valencia con Parques Nacionales, Gobernación y Carder, buscando acuerdos con las 13 familias finqueras de la Cuenca y gestionando vigilancia con Policía Montada. Pero todavía hace falta autoridad a la expansión de vivienda, turismo dañino y control riguroso de vertimientos al río.

Y ojo, que ante las falencias del control político y demás órganos de control público, los ciudadanos tenemos la obligación moral de ejercer control social y hay que estar atentos a la nueva elección del director de Carder. Ojo con eso.

En relación con las personas y entidades que quieren cambiar el POT para impulsar negocios de vivienda y oficinas, viene un debate, porque también quieren desconocer el criterio de sostenibilidad ambiental que al nuevo POT le reconocen Planeación Nacional y organismos internacionales como el BID en el marco de Ciudades Competitivas y Sostenibles de las cuales Pereira es modelo. Ojo con eso.

Y ojo, que hoy por hoy, hacer edificios y urbanizaciones afectando la sostenibilidad ambiental no es desarrollo, ni competitividad, ni progreso. Hay que bajarle volumen a la soberbia y al lucro; y subirle volumen a la conciencia ambiental y al respeto a las reglas sostén de la institucionalidad.
garciaquirogapress@gmail.com