Magnánimo, elocuente, altruista, conciliador fue el discurso de posesión del nuevo presidente de la Nación Iván Duque Márquez. Ya el 5 de agosto había escrito para El Tiempo, que teníamos que “Corregir el pasado, para construir el futuro”, afirmando: “Nadie puede negar que somos un pueblo que se crece ante la adversidad, que ante los desafíos sale victorioso y que tiene una capacidad asombrosa para convertir cada dificultad en una oportunidad”. En escorzo: 1) Somos un país sólido lleno de riquezas; pero al mismo tiempo somos un lugar donde muchos problemas envejecen; 2) Edificamos un sólido aparato productivo industrial y exportador, a pesar de difíciles condiciones logísticas y los constantes combates de la violencia y hoy somos una economía valorada y respetada globalmente; 3) En las últimas décadas (Pastrana-Uribe-Santos), el promedio de vida aumentó hasta los 80 años; aumentó significativamente la cobertura en educación y salud; 4) Esto se da cuando construimos políticas de Estado pensando en el bien común. Lo anterior, es parte de lo positivo; pero conviven algunos aspectos dubitativos: 5) En el último año 300 líderes sociales han sido asesinados; 6) Cuando hace 6 años las hectáreas de coca eran 40.000, hoy están en 220.000. 7) Se hicieron compromisos económicos con varios sectores sociales, sin asegurar las fuentes de financiamiento; y por eso, muchos de los desmovilizados expresaron sus desesperos; porque no saben cómo se hará el tránsito a las actividades productivas. 8) Se cometieron desaciertos en la política energética; afectando la calidad de vida y la productividad en varios departamentos. 9)Hay que hacer reformas de fondo en el sistema de salud. 10) La carga tributaria y la inestabilidad regulatoria expresada en trámites engorrosos, afectan la competitividad de muchas empresas. 11) Las víctimas por el enfrentamiento entre grupos terroristas, por el control del jugoso negocio del narcotráfico, no han recibido el apoyo efectivo del Estado- como tampoco el de Las FARC desmovilizadas, agregamos nosotros- según las promesas acordadas en el acuerdo de paz.12) En crecimiento económico estamos por encima de varios países en América Latina, pero podemos crecer un poco más del 4%, en los próximos 4 años. 13) Confiados en la transitoria bonanza petrolera, se elevaron los gastos permanentes del Estado, pero afectando nuestra capacidad fiscal contra cíclica. Como hay mucha tela para cortar del magistral discurso de posesión, serán necesarias otras 2 o 3 columnas para seguir analizando lo que desea este joven Estadista que por fortuna será el conductor de La Nueva Colombia. (Continuara.)
AUGUSTO MEJIA GONZALEZ augustomejiag@gmail.com