El optimismo sobre el éxito del proceso de paz con ELN se menguó ayer entre los diferentes dirigentes políticos del país, luego de las acciones terroristas de esa guerrilla.
Una de esas voces fue la del presidente del Congreso, Efraín Cepeda, quien consideró que se está cerrando la posibilidad de paz con esa guerrilla: “Esto lo que demuestra es la pésima actitud que tiene el ELN para firmar la paz, aquí lo que toca es perseguirlos con la Fuerza Pública, sacarlos de sus madrigueras”.
El candidato presidencial Germán Vargas Lleras, dijo por su parte, que “no es con amenazas, con actos terroristas o con más dolor y muerte que el ELN le debe pedir al país que el cese al fuego se mantenga”.
El candidato presidencial del uribismo, Iván Duque, sostuvo: “el Gobierno permitió que el ELN se fortaleciera y se preparara para escalar el terrorismo. Al ELN hay que enfrentarlo con toda la autoridad, la justicia y el ejercicio legítimo de la fuerza del Estado. La Fuerza Pública no puede seguir paralizada mientras el ELN comete masacres ”.
Lea también: «Es mejor un mal cese al fuego, que una buena guerra»: Defensoría del Pueblo
Ayer se vivió la primera crisis en los diálogos que se adelantan desde febrero de 2017 entre el Gobierno Nacional y el ELN para terminar el conflicto armado.
Horas después de terminado el cese el fuego bilateral y de hostilidades pactado entre las partes, esa guerrilla perpetró varios atentados terroristas contra la infraestructura del país. De inmediato, el presidente Juan Manuel Santos llamó a su equipo negociador para que retornara a Colombia, sin haber instalado el quinto ciclo de conversaciones, que iniciaba ayer.
Así mismo, el Mandatario les ordenó a las Fuerzas Militares “actuar con contundencia para responder a esta agresión y proteger la vida y honra de los colombianos, como es su deber constitucional (…) Mi compromiso con la paz ha sido y será indeclinable. Pero a la paz se llega con voluntad y hechos concretos, no solo con palabras”.
El equipo, liderado por Gustavo Bell, anunció, entre tanto, que analiza las implicaciones que tienen estos atentados para el futuro de los diálogos.
“Buscaremos privilegiar el bienestar de los colombianos y precisar el mejor camino para avanzar en dirección correcta hacia la paz. El Jefe de la Delegación de Gobierno acudirá al llamado del señor Presidente de la República a consultas para definir la posición del Estado frente a este momento”, se leyó en un comunicado.
Previamente los negociadores rechazaron los atentados registrados en cercanías de Cupiagua, en Aguazul, Casanare; en Benadía, Arauca; en la vereda Cañaguata, Boyacá, y el lanzamiento de una granada contra infantes de marina en la vía que conduce de Arauquita a Saravena.
Al cierre de esta edición se conoció que el soldado Luis Guillermo Acencio fue asesinado por un francotirador del ELN en Arauquita, Arauca.
“Los hechos mencionados desconocen la disposición del Gobierno, vuelven a afectar gravemente a la población y desatienden el clamor de la sociedad civil, líderes políticos, de derechos humanos, la Iglesia, países amigos y las Naciones Unidas. Estas acciones no son solo un atentado al oleoducto, son una afrenta directa a las comunidades”, precisa la carta.
Sin embargo, desde Quito, Ecuador, ‘Pablo Beltrán’, jefe negociador del ELN, expresó la voluntad de ese grupo para continuar con los diálogos y propuso un nuevo cese al fuego.
En una declaración de seis puntos, el ELN se refirió a los hechos violentos como “incidentes” que ocurrieron en medio de “la compleja situación de conflicto que sufre el país, pero pese a ello, no debe alterarse el curso de las conversaciones para lograr una salida política al conflicto”.